Realizar manualidades es una tarea muy entretenida, productiva y creativa, necesita estar concentrado y dejar volar la imaginación. Al contrario que la televisión, hacer manualidades es beneficioso por muchas cosas, entre ellas que quienes realizan estas actividades mejoran sus relaciones sociales, y cuando el trabajo se acaba y se observa el resultado se refuerza la autoestima.
Estas y otras razones hacen de las manualidades para lo niños unas actividades muy recomendables para los niños, pues les hacen seres más sociables y contribuye a su desarrollo psicomotriz, mejora su atención y el sentimiento de logro que consiguen cuando ven que algo les ha salido bien les hace confiar más en sí mismos y en sus habilidades.
Las manualidades hacen del aprendizaje una actividad muy agradable, por lo que se pueden relacionar estas actividades con clases en las que vayamos incluyendo detalles relacionados con las escenas que están pintando o con los animales que están construyendo, lo que con el paso de los años les permitirá recordar detalles y hasta querer aumentar por ellos mismo los conocimientos en distintas áreas.
Además, les hará mucho más diestros a la hora de realizar determinados trabajos manuales, lo que sin duda les ayudará en el futuro a convertirse en profesionales cualificados.
Los niños tienen la creatividad como potencializada en base a la sociedad y para ser más exacto en base a la educación que les otorguen los padres a sus hijos, es por eso que es determinante que siempre estén saciando su curiosidad explorando los más recónditos lugares en donde se encuentren, además de que es muy importante que puedan estar desarrollando su capacidad motriz al mismo tiempo. Las manualidades son un excelente componente para que puedan estimular todas las capacidades arriba mencionadas entre ellas, una manualidad fácil y divertida para jugar cuando se termina de crear.
El gusanito de juguete necesita los siguientes materiales para crearse: cinco vasos de colores, un envase vacío de gelatina, una pelota de polietileno de color, hilo, cuchillo y pegamento. Se empieza con la realización del gusanito haciendo un hoyo en medio de la base de los vasos para poder pasar el hilo entre cada uno de ellos y así poder unirlos todos. Luego se toma el envase de la gelatina para pegarlo en el primer vaso, donde con la mitad de la pelota de polietilino se pegaran de forma que sean los ojos del gusanito. Se pintan de negro para darles forma.
Ahora sí, el niño acaba de hacer su propio juguete para divertirse, si se tiene éxito se lograra que el pequeño quiera estar haciendo sus propios juguetes y al mismo tiempo estimular su imaginación, algo que sin duda será muy bueno para su futuro. El gusanito puede ser construido con vasos de diversos colores para seguir manteniendo la atención de los niños quienes sienten curiosidad por los colores. La cabeza puede ser hecha con envases de flan o yogur, así se le dará un aspecto diferente a cada gusanito creado. La combinación de colores y envases harán esta manualidad más divertida.
